Pulsaciones





Vine para buscar respuestas a mis cambios emocionales a raíz de ser madre… Dar continuidad a mi terapia, intentar resolver mis crisis internas, para afrontar la educación de mis hijas de cara a su consciencia femenina.
Me inspira saber que si la mujer amara a la mujer, la estructura femenina tanto física como emocional sería bestial….sería poderosa e imparable.







Me acerqué a esta propuesta quizás para recuperar el útero perdido... Recuperar todos su alrededores, simbologismos, emocionalidad, respeto, sensualidad, sentir....

Oír a otras mujeres hablar sin rabia de su regla,o con agradecimiento, le da otra perspectiva. Pero mirar hacia dentro es más difícil...Salgo estimulada, feliz, con ganas de hacer cosas, con más consciencia..




La práctica me hace vencer la pereza y comenzar el día con vitalidad, me hace tomar conciencia de como estoy emocionalmente y lo que esta sucediendo.
Todas las prácticas me han conectado con esa parte de mi tan íntima, tan poderosa...he sentido placer y calor en mi útero, mayor conciencia y atención en mis sueños. He vuelto a tener algo de flujo, mi vagina esta más elástica. He logrado mayor atención a mi postura corporal, conexión con la verticalidad y la sensación de sostén.









Estoy siendo cada vez más consciente del útero, de su contracción y por lo tanto, de relajarlo, enfocándome en ello continuamente. Cada vez entiendo más su lenguaje. Recuperar la conciencia corporal del útero ha tenido el efecto de abrirme al hogar, a la casita que hay en mí y que mora mi Ser. Esto ha sido un descubrimiento, ha supuesto abrir una puerta a través de la cual toca escudriñar todos los recovecos.





Toda la información, el conocimiento, las experiencias que se presentan y comparten afectan y remueven muchas cosas.
Para mi ha sido un descubrimiento, una gran ayuda toda la parte física y biológica, gracias al enfoque femenino he entendido muchas cosas. Para mi era muy importante conectar con mi útero, mis ovarios, mi vagina como con cualquier otra parte de mi cuerpo. Aprender a reconocer e interpretar sus señales, a prever sus necesidades y a cuidarme y respetarme partiendo de este conocimiento. Con la práctica empecé a tener certezas físicas y a tomar decisiones en función de ellas. Después he ido ampliando el territorio a reconquistar, la capacidad de escucha, abriéndome a las sensaciones, a cómo lo físico y tangible se manifiesta e interactúa continuamente con todo lo que soy.






Vine porque me flipa la idea de que el dolor sea algo cultural, y me molaría poderlo demostrar, y qué mejor que yo misma demostrármelo a mi.
Porque ojalá si nosotras trabajamos en esto nuestras hijas puedan ir mas allá, hasta que no haya dolor ni menstruando ni pariendo. Reunirse con más mujeres es el mejor ambiente donde poder hacerlo.
Tengo mucha confianza en que la consciencia es una gran herramienta de cambio y conocimiento. Desde que empezamos a hacer este trabajo yo siento que contraigo menos mi vientre hacia dentro, por el complejo de tener barriga, y le dejo más relajado. Esto está haciendo que el útero se relaje y que lo sienta mucho más a menudo, no solo menstruando.





Han sucedido acontecimientos con mi hija que yo diría que ha sido sincronía en su despertar.